Reseña
Escrito en Buenos Aires (1942) y estrenado en Brasil, este vals de Enrique Motto Arenas –más conocido como Chito Faró–, se convertiría en una de nuestras canciones más difundidas y emblemáticas.
De un sereno espíritu nostálgico, sus frases evocan –junto a la historia de amor que se teje a medida que transcurren sus notas–, imágenes del Chile central; palmas y sauces llorones, esteros, cerros, campesinos, recrean un paisaje que quedaría para siempre grabado en nuestra memoria. Su frase “y verás cómo quieren en Chile al amigo cuando es forastero”, enriquecería nuestro patrimonio cultural; no por nada esta obra se difundiría en el país a partir del mundial de fútbol de 1962.
Como ha ocurrido tantas veces con nuestros artistas, Chito Faró moriría sumido en la pobreza y el abandono después de una vida dedicada a la música popular. Nuestra intención, al recordarlo, no busca solamente atesorar en la memoria chilena su tan querido hit, sino reconocer su vasta trayectoria, marcada por su incursión en el tango en los años cuarenta, por un amplio y variado repertorio de creaciones y, ciertamente, por su buena voz.